El mercado del cómic en España está «más vivo que nunca», según coinciden en afirmar editores y libreros presentes en el festival Viñetas desde o Atlántico. Sin embargo, la abundancia de novedades y la fragmentación de las ventas obliga a un esfuerzo adicional para garantizar la sostenibilidad de un sector que, poco a poco, gana reconocimiento institucional y público.
Emilio, de La Cúpula, sostiene que «hoy en día se vende más cómic que nunca, pero hay demasiadas novedades, demasiados editores y, por tanto, somos muchos a repartirnos. Cada libro se vende, pero se vende menos porque la gente no tiene tanto dinero». Aun así, señala un cambio positivo: «hay más ayudas que nunca; ahora mismo se está apoyando directamente a los autores, que son nuestra materia prima. Eso es fundamental, porque, si no, se marcharían a trabajar a Francia o a Estados Unidos». En cuanto a tendencias, lo tiene claro: «lo que está triunfando es el manga, porque cuenta con el apoyo del anime, algo que no tienen los personajes del cómic europeo o español».
Montse, de Garbuix Books, valora también que «la situación actual del cómic en España es buena; se están publicando obras de mucha calidad y los lectores tienen una oferta variada». Reconoce, eso sí, que «otra cosa es que las ventas acompañen para que autores y editores tengan una situación económica más tranquila». Sobre las instituciones, ve «un interés creciente» y celebra «la gran noticia de la convocatoria de una cantidad ingente de becas de creación para autores». En cuanto a géneros, confirma que «el manga sigue dominando con cifras espectaculares en algunos títulos, aunque los cómics más vendidos en España son los infantiles, como Policán».
Gregorio Muro, de Harriet Ediciones, define la situación como un contraste: «para el lector es una maravilla, porque tiene más oferta que nunca; para autores y editores es complicado, porque hay saturación y las ventas se reparten». Destaca que existen ayudas en ciertas zonas, pero insiste: «no se trata de pedir caridad, sino justicia: el cómic genera dinero e impuestos, y parte debería redistribuirse para retroalimentar el sector». En su caso editorial, «el western funciona mejor, y se nota también un aumento de las lectoras, que buscan otro tipo de historias».
Yolanda, de Grafito Editorial, hace balance de los doce años de su editorial: «hemos notado una evolución muy positiva; el cómic ha dejado de ser un noveno arte infravalorado y está recuperando lectores, incluso adultos que habían dejado de leer cómics desde la infancia». A nivel institucional, reconoce avances: «el Ministerio de Cultura sacó recientemente ayudas a la creación que cambiaron bastante el panorama». Sobre géneros, apunta a la diversidad: «el manga se está comiendo el mercado en todo el mundo, pero también funcionan muy bien la ciencia ficción y el cómic histórico. Lo importante es recordar que no hay diferencia entre cómic y novela gráfica: todo son tebeos».